La palabra caleidoscopio viene del griego kalós que significa bella, de éidos que significa imagen yscopéo que significa observar. Así, un caleidoscopio es un artefacto con el cual podemos ver imágenes bellas. Por lo general, los caleidoscopios están hechos de un tubo que contiene tres espejos (que forman un prisma triangular con su parte reflectante hacia el interior), al extremo en el cual se encuentran dos láminas traslúcidas que contienen varios objetos de colores y formas diferentes y cuyas imágenes se ven multiplicadas simétricamente al ir girando el tubo mientras se mira por el extremo opuesto. Dichos espejos pueden estar dispuestos con distintos ángulos. Con espejos a 45º se generan ocho reflejos; con un ángulo de 60º se observan seis y con 90º, solo cuatro.